Buenos Aires 3 de marzo de 1946
Sr. Dr. Guido Beck.
Muy estimado amigo : recién llegado del campo y con un pie en el estribo para viajar a Mendoza, quiero saldar mi deuda con Ud. Vamos por partes :
Ante todo, mil gracias por sus interesantes folletos ; el de Bohr ya lo había leído muy complacido en la revista y me encanta su estilo, tan distinto del regalado y vacío que por aquí se usa. El contenido del otro me era en parte conocido por la conferencia que pronuncio Ud hace tiempo en esta capital ; ahora me será posible penetrar mejor en su pensamiento, que en aquella exposición hecha con velocidad vertiginosa, se me escapó en gran parte. Mis conocimientos de Física moderna son demasiado pobres, no ya para criticarlo, como U. dice, con su acostumbrado buen humor, sino para penetrar bien en su idea y me propongo preguntarle muchas cosas apenas lea bien su nota. Por lo pronto, una cuestión previa : En mis correrías por la Historia veo claramente tres etapas en la explicación teórica : 1) Galileo y colegas del S. XVII creían captar realidades y una teoría buena era la que lograba clavar el ancla en el suelo firme de la verdad física, que así quedaba definitivamente capturada y sujeta. 2) El necesario dualismo ondas-corpúsculos y otros fracasos parciales de ciertas teorías, moderó el optimismo y la explicación física se conformó con dar una imagen de la misteriosa realidad, sin pretensiones ontológicas ; mientras va bien, la imagen es buena, cuando fracasa se cambia por otra mejor. 3) En los últimos tiempos, muchos físicos se ofenden si se les pide una imagen o modelo y dicen que el objeto de la ciencia es dar cuadros de símbolos matemáticos (matrices, etc. etc.) isomorfo con la realidad, siempre misteriosa e inaccesible.
Para no entrar en su trabajo epistemológico por camino equivocado, falsificando su pensamiento, me anticipo a preguntarle su posición es esta número 3, o si por el contrario se mantiene en la 2, puesto que parece Ud suponer que un formalismo sin picture física no es una teoría física. Además le pregunto qué alcance da Ud a la palabra correctime figuro que no tendrá pretensiones ontológicas de realidad física, sino simplemente, de acuerdo, hasta cierto momento, con la experiencia.
No se enoje Ud por la estupidez de estas preguntas, pues la concisión de su nota da lugar a pedir alguna explicación previa, que Ud me hará con su amabilidad de siempre, y si de paso me pone algunos ejemplos, como para alumno torpe, me prometo analizar hasta el final el substancioso trabajo y hasta exponerlo en mi cursillo de Epistemología.
Dios me libre de entrar en el litigio de la AFA, como no sea para limar asperezas personales ; mucho me alegra de que las últimas impresiones sean mas optimistas y vistas sus explicaciones, creo que todo se arreglará.
Quedó de lado en mi anterior el asunto Papp ; creo sinceramente que son Uds. demasiado rigurosos con él ; es obvio que su lugar no estaría en un observatorio o cátedra experimental, pero se trata de un Instituto pedagógico de misión formativa y creo que para ese fin es mas eficaz que el engorro formuleo el dar las ideas fundamentales sobre la estructura del mundo, y estudiar la historia de la Astronomía, interesante y dramática. En los otros institutos de profesorado secundario hay cátedra análoga, que mas parece a juzgar por su desempeño, destinada a hacer odiar la ciencia de los astros a fuerza de series y formulas trigonométricas. En cuanto a la parte experimental, ignoro si algún profesor de esa materia miró por algún anteojo, salvo en la obligada misión [... ... ... ...] teodolito geodésico que tenia arrinconado en la facultad y determinó la latitud del observatorio con exactitud tal que todos creyeron amañadas las cifras. Cito el antecedente como prueba del respeto y aun del amor que profeso hacia las mediciones astronómicas ; pero sigo creyendo que la enseñanza para profesores secundarios debe tener mas carácter cualitativo que cuantitativo, dedicándose mas a observar que a medir. Según mis noticias, la que se da en los actuales institutos para profesores (Buenos Aires, San Luis, Catamarca) no es una cosa ni otra, sino meramente formulista y numerista. Estoy convencido de que la situación de Papp será infinitamente mas eficaz, dejando aparte su enorme superioridad, como cultura y formación general [...] sobre el ambiente medio de los universitarios argentinos.
Ve Ud. que su sinceridad corresponde con la mía y este modo de discutir claro y transparente me parece el mejor.
Confío en encontrar algunas noticias suyas a mi regreso de Cuyo.
Un saludo muy cordial de su admirador y amigo
[Sin firmar, con la maquina de JRP]