Buenos Aires 14 de agosto de 1958.
Ingeniero Cortés Pla,
Querido amigo :
Ha llegado el momento de saldar mi vieja deuda de gratitud con Usted y he elegido este día solemne para mi, en que al cumplir setenta años, dando por terminada mi actividad docente, es momento propicio para hacer el balance de afectos e ingratitudes.
Aunque muy poco le he escrito en estos años de ausencia mutua, siempre aproveché toda visita de amigos a E. U. para preguntarle por la salud de Ud y después no perdí ocasión de viaje dé Santaló o Levi para informarme de su buen aspecto, signo de su perfecto bienestar físico. Días pasados tuve gran disgusto cuando al hablar de Ud. y de Gollán con el afecto que les profeso, me dijo : ¿no se fijó Ud. en un grupo de transeúntes en la Diagonal Sur miró hacia usted cuando estábamos conversando en encuentro casual ? Me parece que uno de ellos era Cortés Pla, gran persona. Dando por cierto ese supuesto, le recriminé no haberme advertido en el acto, para darla un gran abrazo ; pues no siendo en algún viaje de Ud., no es probable que volvamos a vernos en esta vida terrena.
La razón de dirigirme a Ud. en este día solemne para mí, y no a ningún otro amigo, es meramente contable. Hecho el balance de mi vida, son muchos los que durante largos años me debieron favores y a quienes favorecí en cuanto pude, que no esperando nadé más de mi lo han olvidado ya ; solamente hay una persona que nada me debe y que tuvo hacia mí atenciones inolvidables, que culminaron en 1945.
Para él mi gratitud y mi cariño, con un abrazó muy cordial y los más fervorosos deseos de larga vida
[Firma autógrafa : J. Rey Pastor]
Yerbal 898