Desde la primera carta que conocemos dirigida a Rey Pastor el 20 de enero de 1906 (cuando sólo contaba 17 años) por J. Rius y Casas (Catedrático de la Universidad de Zaragoza y director de la Revista Trimestral de Matemáticas) hasta su muerte, en 1962, la producción epistolar vinculada a nuestro eminente matemático debe ser enorme, dada su doble residencia en ambos continentes y sus continuos viajes de estudio por los países más avanzados en la ciencia. Por tanto, la recopilación y catalogación de las aún existentes es tarea difícil, dado que ésta se encuentra dispersa en archivos oficiales y privados de los múltiples países en los que se desarrolló la vida profesional y científica de Rey Pastor.
Sin embargo, es de un interés indudable, usar la correspondencia conocida como fuente documental que permita adentrarse en el estudio de rasgos personales y ambientales, aunque sólo se trate de algún período o acontecimiento particular de la vida de nuestro matemático.
En esta Comunicación presentaremos, mediante la trascripción de algunas cartas de Rey Pastor, un acontecimiento que se sitúa en Europa, en el año 1.934, tiene por tema el conflicto planteado en el seno del grupo español del Comité International D’Histoire des Sciences (del que era secretario perpetuo Aldo Mieli) con motivo de la organización del III Congreso Internacional de Historia de las Ciencias.
La vocación histórica de Rey Pastor es uno de los rasgos esenciales de su personalidad que deja patente en las obras dedicadas específicamente a este tema y en las muchas referencias históricas que siempre incluye en sus obras científicas.
En 1933 Aldo Mieli le encarga formar el grupo argentino de la Academia Internacional, tarea que acepta con entusiasmo como le expresa a Agustín J. Barreiro, académico de la de Ciencias de Madrid, y autor de diversos trabajos de historia de la botánica, en carta que le dirige desde Buenos Aires el 4 de julio de ese año, en la que además le propone la edición conjunta de un boletín histórico hispano-americano que sirviese (como ya hizo con la Revista de la Sociedad Matemática Española) para vincular a los estudiosos de habla hispana. Esta carta la reproducimos a continuación :
“Mi querido colega y amigo : El Sr. Mieli me ha honrado con el encargo de formar aquí un grupo de la Ac. Int. de Historia de las Ciencias y he aceptado con entusiasmo por encontrar una persona de grandes entusiasmos y conocimientos en el campo de las ciencias naturales, especialmente físico-químicas, que es el ingeniero italiano Paoli.”
“Inmediatamente hemos hablado de organizar un boletín que podría ser hispanoamericano, para la historia de las ciencias, y cuya publicación podría hacerse en Madrid, pero aceptando las cuatro lenguas internacionales además de la nuestra. Hablamos con Gil que está aquí, pero creo que lo más sencillo sería aprovechar el regazo de la academia de Ciencias, y utilizar su exangüe revista, si en ella nos dejan unas páginas finales con membrete que podría ser por ej. : ARCHIVO HISPANO AMERICANO DE HISTORIA Y BIBLIOGRAFIA DE LAS CIENCIAS, haciendo una tirada aparte para repartirla entre los interesados. Quizás la misma Academia podría admitir suscripciones especiales a este boletín que por lo pronto no sal”dría en todos los números de la Revista actual, sino de vez en cuando.
“No sé la suerte que habrá corrido mi informe sobre la petición del Comité Menéndez Pelayo, pero esta nueva propuesta podría encajar perfectamente dentro de la subcomisión que allí se proponía”.
“Mucho le agradeceré que tantee el terreno y me conteste las perspectivas que esta iniciativa tendría, quedando a la espera de sus noticias su afmo. Amigo”.
En términos análogos dirige otra carta con la misma fecha a Eugenio D’ors, en la que le pide que busque apoyos para dicha idea "especialmente en la Academia de la historia".
Barreiro responde a la anterior carta de Rey Pastor desde Madrid el 27 de julio de 1933. Transcribimos también esta carta, ya que en ella se menciona la visita de Mieli a la Academia de Ciencias para gestionar la organización del III Congreso Internacional de Historia de las Ciencias, que debería celebrarse en Berlín pero las circunstancias producidas por el hitlerismo lo impedían. Será precisamente la organización de este Congreso lo que produciría el conflicto entre los grupos español y catalán de la Academia Internacional. El texto de la carta es el siguiente :
“Mí querido amigo : acabo de recibir su grata de fecha 4 del presente mes y me complazco en manifestarle que haré cuanto me sea posible para conseguir lo que Vd. propone y yo deseo y aplaudo. Creo que en efecto, el Boletín de nuestra Academia podría darnos la solución deseada por medio de unas páginas encabezadas con el título que Vd. propone lo que realzar mucho a dicha publicación. Veremos si puedo conseguirlo”.
“Hemos tenido aquí a Mieli hace ocho (sic.). Vino con el propósito de gestionar la celebración del IV (sic) Congreso Internacional de Historia de las Ciencias. Debía celebrarse aquel en Berlín pero las circunstancias políticas por que atraviesa hoy Alemania lo han impedido. Aquí nos hemos interesado en el asunto y trabajan con gran interés el Dr. García del Real y Dr. Francisco Vera en la esperanza de conseguir el imprescindible apoyo del Gobierno. ”
“Hace poco tiempo hemos reorganizado el grupo español para el estudio de la Historia de las Ciencias del cual soy presidente. Figuramos en él no solamente socios de esta capital sino también elementos valiosos de provincias.”
“Acabo de publicar una biografía del botánico español D. José Pavón y pronto tendremos ejemplares de los diarios de Caldas que enviaré a Vd. Sin más sabe cuanto le admira y aprecia su siempre affm.”
Rey Pastor fue elegido miembro de la Academia Internacional de Historia de las Ciencias, con el número 73, en las elecciones que celebró esta Academia en enero y febrero de 1934. El 5 de marzo, Mieli escribe a Madrid a Rey Pastor, adjuntándole la carta oficial de nominación fechada el 2 de marzo, y en la que, con post-data, le anuncia que el III Congreso Internacional de Historia de las Ciencias, se celebrar en Portugal y España, con sesiones en Barcelona y "probablemente también en Madrid". En la carta del día 5 ya le anuncia :
“Aunque hoy no le puedo escribir ampliamente, quisiera comunicaras enseguida que he sido forzado a disolver la comisión de Madrid para el III Congreso, así como el grupo español. No tengo necesidad de expresar las razones, o de hablar de la actuación del Sr. Vera, porque me entero por su carta que Vd. conoce personalmente sus procedimientos” [1]
En la misma carta le anuncia que ya se ha constituido el nuevo grupo catalán bajo la presidencia de Millás Vallicrosa ; y recomienda que para la sección de Madrid sea Asín el que se haga cargo, ayudado por Sánchez Pérez, y le pide a Rey Pastor que en el tiempo que esté en España les ayude a "tener un poco más de energía y a tomar alguna iniciativa".
A esta carta respondió Rey Pastor el 8 de marzo, agradeciendo su elección como miembro de la Academia Internacional, y dándole información sobre la situación en Madrid. Esta carta no la conocemos pero por la de Mieli del 10 de marzo, sabemos éste recibió "con placer" la noticia de que el antiguo grupo de Vera y García del Real había muerto definitivamente. Y, agregaba Mieli :
“Si no quiere reconocer su muerte, no tendrá ninguna importancia, ya que la Academia ha disuelto estas organizaciones en tanto que órganos de la Academia, y les ha prohibido actuar en su nombre. Todo lo que intenten (Vera y García del Real) en este sentido es, pues, completamente ilegal y nulo.”
El gobierno había suspendido la contribución al grupo de Vera y García del Real para el III Congreso, y era preciso y urgente la reconstitución del grupo de Madrid para poder atender la organización de un congreso cuya primera parte ya estaba comprometida en Portugal para los días 30 de septiembre al 5 de octubre de 1934. En este sentido Mieli encarga a Rey Pastor las siguientes acciones :
1º.- La reconstitución del Grupo de Madrid bajo la presidencia de Asín, y la vicepresidencia de Barreiro. Pero subraya Mieli que :
“La cosa más importante es la elección del secretario ; es preciso que sea activo y que pueda afrontar los ataques de Vera y García del Real que sin duda se producirán”. “La única falta que yo he cometido ha sido creer que el Sr. Vera era una persona honesta, y de haberle dado mi confianza”.
La sección de Madrid debería federarse con la de Barcelona presidida por Millás, y procurar la creación de otras secciones españolas.
2º.- Encarar la posibilidad de celebrar algunas sesiones del III Congreso en Madrid. Para lograr esta posibilidad, Mieli envió un informe al embajador de España en París, y copia del mismo a Rey Pastor para facilitar sus gestiones con la autorización de la Academia Internacional.
3º.- Asistir a la reunión de la Academia que se celebraría en París el día 22 de marzo, en la que se tomarían los acuerdos definitivos sobre la marcha del Congreso ("troublée actuellement par les agissement de la couple Vera-García del Real"). Había prometido su asistencia Vasconcellos de Portugal y Millás de Cataluña.
Tras estos encargos de Mieli, Rey Pastor consulta a Millás Vallicrosa, sobre posible solución del conflicto en la carta que transcribimos a continuación, fechada en Madrid el 15 de marzo de 1934 :
"Querido Millás : Me escribe Mieli rabioso de indignación contra ciertos elementos del grupo español que airadamente ha disuelto así como la comisión del Congreso. Me encarga que arregle esta maraña que entre uno y otros han tejido y tengo miedo de meterme en ella, pero por otra parte lamento como español que demos tan triste espectáculo de desunión y discordia".
“Una de las causas de la pelea del grupo español con Mieli ha sido el pie de igualdad en que éste ha puesto los dos grupos titulando uno grupo español con sede en la capital Madrid y otro titulado grupo de Cataluña con sede en su capital que es Barcelona. No me asustan estas cosas de nombre y para mí lo fundamental es que se trabaje, como Vds. lo hacen tan brillantemente ; pero creo que si fuera posible encontrar una fórmula que permita la colaboración de Madrid y Barcelona a pie de igualdad y sin alterar la Geografía crecería nuestro prestigio ante el mundo bastante disminuido con estas rencillas pueblerinas. Como la mayoría de los componentes del grupo de aquí lo han tomado por la tremenda no ser fácil contar con ellos pero cabe aprovechar los elementos más transigentes que suelen ser al mismo tiempo los más eficaces y agregando otros nuevos reorganizar el grupo”.
“Me permito, pues, por encargo de Mieli, dirigirme a Vd. para proponerle una fórmula que se me ocurre sea ésta : No se hable del grupo español, sino de los grupos españoles, uno residente en Madrid y otro en Barcelona, pues si los portugueses tienen tres, bien podemos nosotros tener dos. Faltaría, quizás, como propone Mieli, ``federarloŽŽ ; o bien, para que no asuste la palabra a los de la meseta, considerarlo como secciones independientes de un solo grupo, con un presidente que puede residir en una u otra capital el cual, por ahora podría ser por ejemplo Asín, si le parece bien, que sólo daría el nombre para figurar en el anuario, sin ocuparse más, pues ni puede ni quiere, con lo que estaría bien garantizada la total independencia de las dos secciones del grupo. Se me ocurre tal nombre, no sólo por su prestigio internacional, sino también por ser académico efectivo o numerario de esa Academia y además como desagravio por su expulsión (sic) del grupo español, hecho no ha mucho”.
“Si no le parece bien, proponga otro y cabría establecer el turno pacífico entre Madrid y Barcelona para la presidencia, que podría ser anual”.
“Claro es que este arreglo se puede rotular como les parezca bien, ya sea llamando a estas mitades secciones del grupo español, o bien titulándoles grupos españoles de Madrid y Barcelona respectivamente e inventando otro nombre para el total o suma de ambos” .
“Como no he intentado todavía ninguna gestión oficial y es muy posible que no la haga sí veo que el horno quema, le ruego que me escriba confidencialmente con sus puntos de vista personales y los de sus colegas si tiene tiempo de hablar con ellos urgentemente, pues le ruego una contestación inmediata para que todo quede definitivamente arreglado o del todo disuelto antes de la reunión del 22 de marzo a lo que me dice Mieli concurrirá y me pide que yo también vaya”.
“En espera de su pronta contestación, le saluda afectuosamente”.
“Supongo en su poder el tomo de Bib. Math. La cosa no era tan simple como Antonio Torroja opina, pues ni el pobre Plans (e.p.d.) ni a mí nos han permitido sacarlo con nuestra firma. Exceso de rigor que me parece preferible al sistema anterior, con el cual a pesar de todas las firmas respetabilísimas de los académicos, se ha descabalado completamente la biblioteca sin lograr completar las colecciones”. “ Si ve a Torroja o puede telefonearle, dígale que deseamos 300 ejemplares del libro de Quintana y que nos envíe presupuesto para ver si no es demasiado doloroso para el bolsillo de los dos que cargamos con los gastos. Lo mismo le digo si tiene en marcha algún otro volumen. Por el mismo sistema vamos a repartir por el mundo alguna otra monografía de Sánchez Pérez, de Miss. Forster (en inglés) y otra de Vasconcellos (en portugués)”.
A vuelta de correo (en la fecha de la carta figura Barcelona, 15-III-34, pero debe de haber algún error dado que es la misma con que Rey Pastor habría remitido la suya) responde Millás Vallicrosa que :
“Por nuestra parte no puede haber ni sombra de conflicto y no sé qué diablo habrá soplado tanta suspicacia en algunos o... que es lo que habrá ocurrido. En este asunto estarnos, pues, de completa conformidad con el plan que Vd. Propone”.
En cuanto al III Congreso piensa que sería más prudente esperar para otro año, entre otras razones porque “ sería muy fuerte celebrarlo en Barcelona y no en Madrid. Aparte que aquí no hay muchos elementos materiales-pesetas”
“¿Cómo habrían de tomárselo los disueltos enfurecidos de Madrid ? Si es que se han de celebrar sesiones en Madrid -a base de nuevos elementos que Vd. Reorganice- y también en Barcelona ¿Cómo reaccionarán los elementos ``anti- mielcitas`` de Madrid ? Todo esto Vd. mejor que nadie lo podrá ponderar serenamente, pero me inclino a suponer que por el momento Vd. ya tendrá suficiente y delicada tarea en atar nuevamente los cabos sueltos, unir los elementos más transigentes y compresivos y... dejar que las aguas encrespadas vayan tranquilizándose y posando ”.
En esta carta Millás responde de urgencia a Rey Pastor para transmitirle la confianza general del Grupo de Barcelona a su gestión, y sugerirle que será preferible no participar en el Congreso para no mantener los ánimos encrespados respecto al tema que había iniciado el conflicto.
En carta posterior de 21 de marzo, después de haber cambiado impresiones con algún compañero del grupo de Barcelona, especialmente con Quintana (Secretario de la Comisión gestora de Barcelona), y no con Bosch Gimpera (Presidente) ni con Peyri (Vicepresidente) ya que estaban ausentes, puntualiza algo la postura catalana en lo que respecta a la presidencia de la federación de los dos grupos :
“En cuanto a la designación de un Presidente que ostentara la representación del Grupo Español, frente a los otros grupos nacionales, y para asuntos externos de la vida de las Secciones, también han encontrado viable la fórmula de que dicho Presidente fuera el de una de las Secciones, turnando durante un tiempo determinado, prorrogable a voluntad unánime de los otros Presidentes de Secciones o Comisiones. En este momento creen lo más oportuno que empiece ostentando la representación del Grupo Español el Presidente de la Sección de Madrid, y luego se seguiría el tumo expresado. De modo que Vds. no tienen más que hacer Presidente de la Sección al que crean más indicado para ser Presidente del Grupo. Creemos un acierto el nombre de Marañón. También nos honraría mucho el de Vd. Mismo”.
Con respecto al III Congreso insiste en que es preferible dejarlo para abril o septiembre de 1935, ya que la cosa no es de las que se improvisan, y por otra parte no contaban con fondos propios pensando que el Gobierno había subvencionado el Congreso y que les alcanzaría una parte de la subvención, pero el conflicto había retraído la acción inicial del Gobierno.
El día 23 de marzo, Mieli informa a Rey Pastor sobre la reunión del Consejo celebrada el día anterior en París. A ella asistieron personalmente o en forma delegada los siguientes miembros del Consejo : Diepgen con la representación del presidente Sudhoff, la Sra. Metzger con la representación de, Sarton y de Loria (quien además había telegrafiado para expresar su adhesión al punto de vista de Mieli), la Sra. Sínger representando a su marido, antiguo presidente del Comité y el propio Mieli. También asistieron otros miembros efectivos, entre ellos Ramón Alós-Moner, representando la comisión de Barcelona, Millás Vallicrosa, y Arlindo Monteiro de la Comisión portuguesa representando a Vasconcellos.
Con relación al Congreso se confirmó que se celebraría en Portugal durante los días 30 de septiembre a 5 de octubre, en cuanto a la parte que correspondería celebrarse en Espada no se tomó ninguna decisión al no estar presente ningún miembro del Grupo de Madrid ; para tomar una decisión en este sentido se daba un plazo de diez días para ser consultados Rey Pastor y Millás sobre si podrían celebrarse sesiones en Madrid y Barcelona y en caso afirmativo en qué fechas, siempre teniendo en cuenta las ya inmutables de Portugal.
Después de informarle sobre lo tratado en Comisión, Mieli da los plenos poderes a Rey Pastor y a Marañón para organizar el Congreso de Madrid y para constituir el Grupo de Madrid poniéndose de acuerdo con Millás en lo que se refiera a las relaciones con el Grupo de Barcelona.
Cumpliendo uno de los encargos de Mieli, se dedicó Rey Pastor a formar otros Grupos españoles. Formó uno en Toledo y otro en Sevilla, con la pretensión de "inventariar nuestras bibliotecas" históricas. Este y otros planes se los comunica a Quintana en Barcelona el 30 de marzo de 1934, en carta que transcribimos a continuación :
“Estimado Sr. Quintana : sólo dos líneas para agradecer su amable carta y comunicarle que estamos trabajando seriamente en las direcciones siguientes :”
“1.- Publicación de una pequeña revista con trabajos de investigación que esperamos honren Vd. y Millás enviándonos algo para el primer número.”
“2.- Publicación de una colección de monografías entre las que deseamos incluir la de Vd. Tenemos en prensa una de Gálvez Cañero, otra de Blanca Juste sobre la quina. Un extracto del discurso de Moles, etc. Estas monografías se repartirán gratuitamente a las bibliotecas y especialistas extranjeros para dar a conocer lo que se hace, que no es mucho. Le ruego que gestione de la Academia la concesión a mínimo coste de 300 ejemplares pues no tenemos subvención y hasta ahora vivimos de un pequeño donativo que he hecho y confiamos en otro prometido.”
“3.- Publicación de una colección de CLASICOS ESPAÑOLES DE LA CIENCIA, donde incluiremos la memoria de Martí, etc., de acuerdo con Moles.”
“4.- Organización de un ARCHIVO bibliográfico que oriente a los investigadores. He organizado pequeños grupos en Sevilla y Toledo y seguiré en otras ciudades, para inventariar nuestras bibliotecas.”
“Confío en que llegaremos a un perfecto acuerdo todos los que trabajamos con el mejor deseo. Por desgracia me voy dentro de pocos días pero volveré con nuevos bríos y trabajaré desde Buenos Aires.”
“Rogándole pronta contestación (embarco el día 8 probablemente) lo saluda afectuosamente con saludos a Millás, Torroja, etc.”
Entre tanto la organización de la parte española del III Congreso se veía cada vez más problemática y en este sentido Mieli le escribe a Rey Pastor, en carta fechada en París el 2 de abril, lo siguiente :
“Con relación a las sesiones en España del Congreso de 1934, veo también dificultades, después de lo que me ha escrito Millás Vallicrosa de Barcelona, en la carta que hoy me ha hecho llegar Sánchez Pérez en el mismo sentido. Por mi parte me remito completamente a lo que Vd. y a lo que hagan Marañón y los otros después de su partida. Vd. comprenderá que es absolutamente necesario tomar una decisión irrevocable en unos días, si fuera posible antes de su marcha. Es ya demasiado tarde para anunciar un congreso internacional, y no se puede retrasar el hacerlo, sabiendo además que en Portugal se trabaja ya en este sentido”.
El 7 de abril de 1934, siendo ya inminente el viaje de Rey Pastor a Buenos Aires, le escribe a Mieli con un resumen de su actuación y de la situación de las distintas cuestiones : formación de una Junta de investigaciones históricas apoyada en la Academia de Ciencias de Madrid y con propuesta para que se convierta en el Grupo de Madrid de la Academia Internacional de Historia de las Ciencias, proponer que el Congreso se desarrolle paralelamente al Congreso hispanoamericano de Historia y Geografía presidido por Marañón. El texto completo de la carta es el siguiente :
“Mi distinguido amigo : Antes de partir se ha reunido la JUNTA DE INVESTIGACIONES HISTORICO BIBLIOGRAFICAS de la Academia de Ciencias, para dar cuenta de todas mis gestiones y procurar la solución definitiva. Después de larga discusión se acordó :”
“1.- Dar por constituida definitivamente la JUNTA, formada por miembros académicos, miembros correspondientes y miembros delegados. Para la ampliación con nuevos miembros correspondientes ser precisa una mayoría de dos tercios de los votos de la Junta directiva, formada solamente por los miembros académicos.”
“2.- Teniendo en cuenta las dificultades para organizar el congreso, por falta de tiempo, acordó aprovechar la organización del Congreso hispano-americano de Historia y Geografía, que preside el Dr. Marañón, para que paralelamente (dentro de las fechas fijadas por la Academie Intemationale) y utilizando los trabajos de organización realizados para dicho congreso, pueda celebrarse también el de Historia de las Ciencias. Los Sres. Marañón, Torroja y Castañeda quedaron encargados de visitar el lunes próximo (día 9) al Ministro Sr. Madariaga para obtener los fondos necesarios. Inmediatamente le comunicarán a Vd. el resultado de la entrevista y la resolución definitiva.”
“3.- Como entre los integrantes de la JUNTA figuran varios miembros del disuelto grupo español, hubo serias dificultades para que la Junta se constituyese como tal. En vista del carácter que tomaba la discusión, preferí dejar impreciso este punto ; pero se acordó ponerse en relación con la Junta de Barcelona, la de Sevilla y la de Toledo, figurando el Dr. Marañón como representante de todos ellos, por común acuerdo de todos, ya expresado con anterioridad, para las relaciones con el extranjero y en particular con la Acadmie Intemationale.”
“Si el Congreso se celebra por fin, confío en que las asperezas existentes, corno consecuencia de las discusiones tenidas con Vd., por el grupo español, se podrán suavizar, llegando a una armonía completa, después de algunas explicaciones mutuas. Por lo pronto, tengo la satisfacción de comunicar a Vd. que la actitud del Dr. García del Real en este asunto ha sido sumamente caballeresca y es buen síntoma de la posibilidad de lograr más adelante la concordia que deseamos. Aunque tiene nombramiento oficial del Gobierno español como organizador del Congreso, no tiene interés ninguno en ello y lejos de entorpecer la marcha del posible congreso que organicen otros elementos, me ha ofrecido personalmente su neutralidad y hasta su colaboración si se juzga conveniente.”
“Es cuanto puedo decirle por hoy. Más no he podido hacer en favor de la Academia y es preciso contar con la ayuda del tiempo. Antes del día de embarcar podré‚ darle más noticias. Por ahora puede Vd. entenderse con el Secretario de la Academia de Ciencias Dr. José M. Torroja. Valverde 24.”
“Deseando haber prestado algún servicio útil a mi país y a la Academia que Vd. representa, que me honra incluyéndome en su seno, le saluda muy atte.”
Esta es la última carta que conocemos de Rey Pastor sobre el asunto que nos ha ocupado en estas páginas. La conclusión fue que el grupo español de Madrid se rehizo como Junta de Investigaciones histórico bibliográficas de la Academia de Ciencias a la espera de ser reconocido como tal por la Academia Internacional, el grupo de Barcelona se mantuvo en torno de Millás Vallicrosa, y se crearon con vida efímera grupos en Toledo y Sevilla. En cuanto al III Congreso Internacional de Historia de las Ciencias se celebró sólo en Portugal en diversas ciudades (30 de septiembre en Oporto, del 1 al 4 de octubre en Coimbra, y los días 5 y 6 de octubre de 1934 en Lisboa), ni en Madrid ni en Barcelona hubo sesiones como se había pretendido inicialmente. La reacción del grupo de Madrid disuelto por Mieli, encabezado por Francisco Vera, y Eduardo García del Real fue positiva. El 20 de abril de 1934 fundaron la Asociación Nacional de Historiadores de la Ciencia Española. Entre los veintiún socios fundadores figuraban Barreiro, Sánchez Pérez, Julio Palacios, Guillén Tato... La primera actividad, y tal vez la única, de esta Asociación fue la organización de un curso de conferencias celebradas en el mismo año 1934 en los locales de la Unión Iberoamericana de Madrid. En cierta medida este curso fue una réplica de lo que hubiesen sido las sesiones de Madrid del III Congreso Internacional de Historia de las Ciencias. El contenido de estas conferencias se publicó en forma de libro con el título Estudios sobre la ciencia Española del siglo XVII, prologado por Niceto Alcalá Zamora, entonces presidente de la República Española.
Veinticinco años después, Millás Vallicrosa preside el IX Congreso Internacional de Historia de las Ciencias, que se celebra de los días 1 al 15 de septiembre en Barcelona, y los 6 y 7 en Madrid con clausura en El Escorial. (Las Actes du IXe Congrès International d’Histoire des Sciences, se publicaron en Barcelona en 1960).
[1] De las cartas de Mieli, escritas en francés, incluyo las traducciones al castellano hechas por mí mismo.